Cuento realizado por los estudiantes de la UTN
Érase una vez en una universidad situada
al norte del país llamada Técnica del Norte un joven llamado Bruno, que solía
ser muy curioso un día conjunto con sus amigos, estaban en clases y el profesor
había dejado de proyecto el visitar una hermosa escuela con fines de que ellos
realizaran actividades de formación profesional y no solo eso sino impartir sus
conocimientos a aquella escuela.
Bruno se sintió muy feliz y sus amigos
de trabajo también, estaban en primer semestre de la carrera educación básica
esta carrera era recién creada gracias a sus profesores muy inteligentes y
buenas personas , sin embargo no sabían
a ciencia cierta lo que harían, pero existieron talleres de inducción
impartidos por un gran profesional el cual era muy humanista ,en donde todos se
capacitaron y entendieron que iban a realizar a la escuelita, Bruno y su equipo
de trabajo estaban muy ansiosos que lléguese el día.
Dicha universidad tenía convenios
Interinstitucional con muchas escuelitas, sin embargo, a ellos se les dio la
oportunidad de ir los jueves a partir del 15 de noviembre a la escuela “Víctor
Manuel Peñaherrera”, todos quienes conformaban el grupo de prácticas se
sintieron muy bien ya que habían escuchado ciertas cosas muy buenas de dicha
escuela. Un jueves por la mañana conjunto con el tutor quien era quien los iba
a guiar y ayudar en este gran transcurso se encontró con Bruno y sus amigos,
para iniciar la jornada.
Todos estaban muy ansiosos tenían muy en claro
sus objetivos los cuales eran la implementación de Programas de Prácticas
Preprofesionales que impliquen el desarrollo de experiencias de aprendizaje e
innovación pedagógica, pero ese día tenían un trabajo especial el cual era
realizar una encuesta en donde los fines eran conocer su proceso de gestión
escolar y proceso de gestión de infraestructura.
Dicha actividad la realizaron con
emoción al recorrer los diferentes espacios de la Unidad Educativa
encontrándose en el camino unas lindas personitas tiernas y dulces que eran los
estudiantes de aquella escuelita, sintieron emoción al ver que el Rector de
dicha Unidad Educativa les permitiría ayudar a los diferentes Docentes en las
aulas. Con gran emoción y alegría los jóvenes entrarían por primera vez en sus
vidas a un aula de Educación Básica esta vez ya no como estudiantes de aquella
escuelita sino como futuros docentes.
El corazón les palpitaba muy rápido al
entrar en cada una de las respectivas aulas que les habían enviado por parejas
académicas. Cada grupo vivió de distinta
manera sus experiencias; Angie y Leidy desde el primer instante ayudaron a los
niños/as a guiar en las actividades que su linda profesora les impartía a sus
estudiantes, las pequeñas criaturitas les hacían muchas preguntitas, les pedían
ayuda y ellas con gusto iban en su ayuda ganándose el cariño de los pequeños
infantes. Fue tanto el aprecio que se ganaron de los niños que siempre que
ellas llegaban los pequeños corrían a abrasarlas de la emoción de tenerlas ahí,
ellas se sentían muy contentas al poder ayudar a la maestra.
Mishelle y Nataly ayudaron a la linda
profesora de primer año a decorar el aula con bombillos por motivo de navidad
que combinaba perfecto con el lindo pesebre y el arbolito de navidad que tenían
en el aula, esto lo hicieron para que los niños se sintieran felices de estudiar
en un espacio muy bonito, además crearon junto con la linda profesora un papa
Noel en foami para cada niño ya que nos explicó que los pequeños querubines
esperan del maestro alguna manualidad en las fechas importantes por tal motivo
ella con mucho amor las realiza, generando en sus estudiantes el aprecio a su
maestra y las ganas de volver cada día a clases con entusiasmo, todos los
momentos compartidos fueron muy valiosos para ellas porque tuvieron la
oportunidad de conocer a una linda maestra que tenía vocación por enseñar y
muchas experiencias escolares vividas que contar.
Bruno y Jonathan tuvieron el agrado de
convivir con los estudiantes de 7mo de Educación Básica en su clase de
matemáticas impartida por la linda docente, de ella aprendieron que se debe
tener paciencia para enseñar ya que no todos los estudiantes captan con
facilidad los contenidos académicos y se debe de buscar nuevas formas para
impartir el conocimiento a los estudiantes que tengan alguna dificultad
intelectual, inculcando siempre los valores a sus estudiantes como el hecho de
llegar a tiempo a clases, respetar las diferencias de los demás, ser
responsables con sus obligaciones tanto en la escuela como en el hogar entre
otras. Además, aprendieron que el maestro debe exigir a los padres de familia a
que cumplan con las obligaciones escolares de sus hijos, porque no todos los
padres de familia son iguales algunos son despreocupados con la vida académica
de sus hijos.
Llego el día en que los jóvenes tenían
que despedirse de sus queridos niños y niñas y dar las gracias a las maestras
por permitirles estar allí, sin duda alguna fue un día muy doloroso para todos
al tener que decir adiós gracias por la grandiosa oportunidad de abrirnos sus
puertas de su querida escuelita, no los olvidaremos jamás ya que todos ustedes
sembraron en nosotros una pequeña semillita llamada vocación la cual la iremos
alimentando cada día de nuestras vidas para convertirnos en los futuros
docentes de calidad que nuestra sociedad merece siguiendo el valioso ejemplo de
cada uno de los prestigiados docentes de esta querida Unidad Educativa.
Tal vez este no sea un adiós sino hasta
pronto y esperamos con mucha fe y esperanza en nuestros corazones que en un
futuro nos podamos encontrar de nuevo esta vez ya no como practicantes sino
como compañeros docentes para poderles dar las gracias por habernos encaminado
en el sendero de generar conocimiento para formar personas de bien y
productivas para la sociedad.
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